Eddie, el Águila
Michael Edwards, un saltador de esquí conocido como Eddie el Águila, emprende una gran lucha por lograr cumplir su mayor sueño desde la infancia, participar en los Juegos Olímpicos. El chico logra ingresar en la competición de invierno de Calgary en 1988, convirtiéndose en el primer deportista británico en competir en dicha modalidad y, además, en uno de los más populares, pues debido a su carisma, inocencia y perseverancia, pudo ganarse la simpatía del público y la prensa, demostrando que la pasión y el interés siempre fueron sus pilares.