El gran robo
Un ladrón de joyas planea un gran golpe, para lo que contrata a un grupo de delincuentes y les enseña a interpretar la Traviata en el Teatro Colón, en Buenos Aires. Durante el espectáculo, inyecta un gas que provoca que los espectadores se duerman y así puede sustraer las joyas tranquilamente. Luego, huye del país ocultando el botín en las vísceras de unos papagayos. El escondite es tan insospechado que su novia, sin querer, pone en peligro las joyas al soltar a las aves.