Cielo de octubre
En Coalwood, West Virginia, todos los chicos crecen para convertirse en mineros, y Homer Hickam no tiene razones para pensar que con él será diferente. Es muy pequeño para ganarse una beca deportiva, así que no tiene manera de escapar de su destino, hasta que, una noche de octubre, ve volar el satélite artificial soviético Sputnik sobre el cielo. Es 1957 y el mundo de Homero se vuelve mucho más grande. A pesar de que su padre es un superintendente minero y no tiene mayor deseo que ver a sus hijos seguir sus pasos, Homero se embarca en la misión de construir y lanzar su propio cohete casero con la ayuda de sus leales amigos. Aunque al principio cometen varios errores que casi acaban con sus esperanzas, los éxitos inspiraron a todo el pueblo a creer que los milagros suceden incluso en Coalwood, y no hay nada malo con querer llegar a las estrellas.