Los malditos: vampiros del desierto
Viajando de Los Angeles a Florida, Sean hace justamente aquello que no debía hacer: recoger a un desconocido. Desde ese momento su viaje se convierte en una auténtica pesadilla. Su inesperado pasajero es nada menos que un cazador de vampiros. Las cosas se complican cuando, después de hallar a Megan, una de las víctimas de los vampiros, el propio Sean es infectado por la maldición. La única cura consiste en asesinar al líder de la banda de vampiros, y esa será ahora la única prioridad del trío de jóvenes.