El inquilino
Trelkovsky alquila un apartamento donde sus vecinos, en su mayoría viejos reclusos, lo miran con recelo desconfiado. Al descubrir que la inquilina anterior del departamento saltó por la ventana en un intento de suicidio, Trelkovsky comienza a obsesionarse con la mujer muerta. Cada vez más paranoico, se convence de que sus vecinos planean matarlo.