La marca de la horca
En Oklahoma, en 1889, unos hombres acusan injustamente a Jed Cooper de haber robado ganado y asesinar a uno de sus vecinos, por lo que no dudan en ahorcarlo. En el último instante, lo salva un comisario que trabaja a las órdenes del juez Fentom. Aclarados los hechos y demostrada su inocencia, el juez aconseja a Cooper que olvide lo ocurrido y le ofrece un puesto como comisario. Su misión será capturar vivos a los que intentaron lincharlo para que sean juzgados.