Lo que queda del día
James Stevens es un mayordomo británico que se consagra al servicio de Lord Darlington. Su lealtad va más allá de lo exigible, hasta el punto de negarse a sí mismo la libertad de expresar sus sentimientos o dar satisfacción a sus deseos en su vida privada. La rigidez de Stevens es puesta a prueba por la presencia en Darlington Hall del ama de llaves, Miss Kenton. La convivencia diaria motiva el nacimiento en los dos de sentimientos amorosos no expresados, reprimidos por el peso de las convenciones a las que con tanto rigor se aferra Stevens.