Mi pobre diablito
Dutch está enamorado de Natalie, quien se está recuperando de su matrimonio fallido. Su hijo de trece años, Doyle, un niño mimado y que está acostumbrado a salirse con la suya, culpa a Natalie del fracaso del matrimonio. Cuando él se rehúsa a estar con su madre el día acción de gracias, Dutch se dirige al internado de Doyle en Atlanta para llevarlo por la fuerza a Chicago para que esté con su madre. Doyle odia a Dutch por ser un hombre de clase social más baja que la de su padre, pero cuando el vengativo chico destruye el auto de Dutch, los dos deberán unir fuerzas para llegar a Chicago de cualquier manera. En el camino, ambos aprenderán a quererse y respetarse.