Señor, ¿quién eres tú?
Los afectos de Jesús
Cristo tiene pasiones, deseos, miedo, pero sobre todo mucho amor. En la cruz, se manifiesta la ternura insondable e inagotable de ese divino y humano corazón de Jesús. El se despreocupa totalmente a su propia suerte, amando inagotablemente hasta el fin.