Vida animada
Owen Suskind es un niño que a sus tres años sufre un retroceso en su desarrollo. Lo que empieza siendo una sospecha por parte de los padres se acaba convirtiendo en una realidad desesperada: Owen es autista, y deja de hablar, y se desconecta de la realidad. Lo único que lo mantiene tranquilo es ver películas de dibujos de Disney junto con su hermano mayor. Cuando los padres empiezan a perder la esperanza de que el niño recupere el habla, un día se expresa usando una expresión que les es familiar. Se trata de una frase sacada de una de las películas que suele mirar. Los padres descubren así que su hijo solo se puede comunicar a partir del mundo ficticio que ha construido en su cabeza, basado en las cintas de Disney. A partir de ese momento, se abrirá un camino de esperanza que irá mucho más allá de lo que podían imaginar.