El mártir del calvario
Después del milagro de los peces, Jesús de Nazareth, rodeado de discípulos, realizó muchos más como prueba de su amor al hombre. Hasta el día que fue traicionado, juzgado y crucificado, no sin antes sufrir la flagelación de la vergüenza y la corona de espinas, para morir, resucitar al tercer día y subir al cielo, legándonos su promesa de vida eterna.