El monje blanco
Durante el siglo XIII, en un monasterio italiano ubicado en el pueblo de Belcaro, Fray Paracleto, que parece purgar una pena, ha esculpido una Virgen para el altar. La gente acude en procesión a adorar la nueva imagen y comentan sobre un misterioso monje blanco, que habla con los niños y se aloja en el monasterio. Una misteriosa mujer, ricamente ataviada de blanco, réplica viviente de la imagen esculpida por Fray Paracleto, se aparece ante el beatífico Fray Can y le ayuda a zurcir sus pobres vestiduras.