El potro salvaje
Gastón halla en el campo el cadáver de Gerardo, dueño del potro blanco Rayo de Plata, e impide que el animal sea asesinado por "El Manco". Golpeado por Gastón, este villano clama que el potro "embrujado" le estropeó la mano que ha sustituido con un gancho. Pero el animal se hace dueño del cariño de la niña Cecilia, hija del difunto. Ahora, Gastón debe proteger a como dé lugar al tan querido caballo.