Hasta el viento tiene miedo
Tras un frustrado intento de suicidio, Claudia es internada en un singular centro de apoyo para adolescentes con problemas emocionales, como anorexia y drogadicción, regido por la inflexible psiquiatra Bernarda Alquicira. Conviviendo con chicas que han pasado por trances similares, Claudia se ve enfrentada a las súbitas apariciones de un fantasma, una interna que se quitó la vida misteriosamente en la torre del lugar tiempo atrás. Una de las internas, la enigmática Josefina, y la doctora Lucia Franyutti conocen la clave del extraño regreso del ánima de Andrea, pero son sorprendidas cuando éste se posesiona del cuerpo de Claudia.