La vida no vale nada
Pablo va a la ciudad y se emplea en una tienda de antigüedades, donde su patrona se enamora de él, pero el hombre la rechaza porque se da cuenta que ella es amante del licor. Posteriormente, comienza a trabajar en una panadería y conoce a una prostituta, quien se siente atraída por el hombre hasta que ella se da cuenta que lo único que recibe es compasión. El caballero, después de otra desilusión, regresa a su hogar para descubrir que su padre se fue de la casa y va en busca de él.