Los dioses deben estar locos
Un Sho en el desierto de Kalahari se encuentra con la tecnología por primera vez, en forma de una botella de Coca-Cola. Se lo lleva a su gente, y lo usan para muchas tareas. La gente comienza a pelear por él, por lo que decide devolvérselo a Dios, de donde cree que vino. Mientras tanto, nos presentan a un biólogo torpe, un maestro de escuela asignado a un pequeño pueblo y un déspota revolucionario.