Sherlock Holmes
El caso del verdugo alegre (1955)
Jessie Hooper contrata a Holmes para encontrar a su marido desaparecido, William, y, con la ayuda del primo de Lestrade, MacDougal de Glasgow, lo encuentra colgado, como su abuelo. La risa de un vendedor de cuerdas es la clave. Irónicamente, es la ventana que William nunca volvió a reparar la que atrapa al villano por su corbata.