Un corazón para dos
Valeria enferma del corazón y su única posibilidad de sobrevivir es un trasplante. Bernardo, su amigo y eterno enamorado, quien cada semana le envía anónimamente un ramo de flores en espera de la muerte inevitable por un tumor en la cabeza, se despide de ella sin hablar de su enfermedad. Ella es operada con éxito y al llegar a su casa se entera, a través de una carta, que él ha querido vivir dentro de ella y le ha donado su corazón. Sin embargo, a pesar de que ha muerto, ha dejado todo dispuesto para que ella siga recibiendo sus flores cada semana.