El violetero
Lorenzo Miguel se dedicaba a cultivar y vender flores en los canales de Xochimilco, pero doña Beatriz, una de sus clientas y madre de la bella Lucía, lo contrata como su jardinero familiar. Con el tiempo, este se vuelve indispensable para Lucía, quien comienza a enamorarse de él sin saber que una confusión pondrá en peligro su amor.