Furia de titanes
Cuando el rey de Argos está a punto de sacrificar a su hija Dánae y a su nieto Perseo, Zeus, padre del niño, decide salvarlos y arrasar con toda la ciudad. A pesar de que Perseo crece feliz, la llegada de la Diosa Thetis trae la venganza: ha castigado a su hijo Calibos con una horrible deformidad, lo secuestra y lo abandona a su suerte. Al conocer la noticia, Zeus ordena a los demás Dioses que ofrezcan a su hijo ciertas armas que le permitan defenderse: una espada capaz de cortar la piedra, un casco que lo vuelve invisible y un escudo que lo hace invulnerable. Con estos instrumentos se dirige a la ciudad de Joppa, cuya princesa es víctima de una maldición.