Mi madre es una sirena
Ambientada en los años sesenta, el filme narra la relación entre una madre para nada ortodoxa y soltera y sus dos hijas. La de quince años, continuamente avergonzada por su pintoresca madre, quiere ser la mejor católica del mundo. Por su parte, la de nueve años estaría complacida con ser campeona mundial de natación. Al mudarse a Nueva Inglaterra, la hija mayor se enamora del jefe de mantenimiento de un convento cercano, mientras que su mamá empieza una relación con un vendedor solitario.