Laura, una vida extraordinaria
Telenovela
En mayo de 1874 nace en Antioquia, una mujer que haría historia: Laura Montoya. A partir de ese momento, comenzaría una vida errante, separada de su familia. Desde un primer momento, ella intuyó que no sería como las demás. Por vocación, renunció a ser esposa y madre ante la crítica de una sociedad que consideraba que cualquier otra opción para una dama era una locura. Pero a la muchacha nunca le importó lo que pensarán los demás, contra viento y marea ella entregó su vida a Dios a través del servicio de los demás. Fue mala alumna, excelente maestra, la directora más joven en la historia de un manicomio, creció en un orfanato, soñó con ser monja, pero jamás vivió en un convento. A sus treinta y tres años, supo de unos indios que no conocían la palabra del Señor y, a partir de ese momento, se obsesionó con ayudarlos y hacerles saber que si los hombres los habían olvidado, Dios no. En su camino, hizo milagros, curó enfermos y enloqueció a Presidentes de la República pidiéndoles que la ayudaran a defender a estas razas. Aprendió catío, se visitó como ellos y vivió durante muchos años perdida en la selva. Asediada por un ala de la Iglesia que la consideraba desobediente, altanera y problemática, decidió en 1930 ir a buscar al Papa en Roma. Murió sin recibirla, pero en el 2013 fue reconocida como Santa, la Primera Colombiana.