San Simón de los Magueyes
La compañía teatral de los hermanos Bermejo llega al pueblo de San Simón. Allí, Esteban, uno de los actores, será contratado para sustituir la imagen del santo patrono, luego de que el sacristán la rompa accidentalmente. Para esto, paga una importante suma de dinero al intérprete, quien será enyesado en sus brazos y pecho para dar la apariencia de inmovilidad. La situación se complicará luego de que uno de los pueblerinos descubra que la esfinge no es más que un hombre disfrazado.