Drácula: la historia jamás contada
Vlad Tepes, príncipe de Rumanía, se niega a una petición del sultán del Imperio otomano Mehmed II de entregar a mil niños para ser convertidos en jenízaros. Eso implica entrar en guerra para evitar una masacre, así que decide hacer un pacto con un ser diabólico que está oculto en una cueva y le entregará su poder durante tres días a cambio de que no pruebe la sangre humana. A partir de ese momento le otorga habilidades únicas, como moverse a gran velocidad, detectar el calor y pulso de cualquier mamífero en medio de una total oscuridad.