No me defiendas compadre
Un vago afecto a los líos policíacos, durante los cuales, lo acompañan su novia y su compadre. A su vez, es pitcher de béisbol en el presidio donde vive, es un pésimo jugador y por ende, termina trabajando como detective privado, resultando una auténtica calamidad, pues enreda hasta la situación más sencilla. Finalmente, decide ser luchador, pero no sabe lo que le espera, ya que a su contrincante no lo hubiera imaginado ni aunque alucinara.