Un ladrón de cuatro manos
Amy Gregory acaba de ser madre por segunda vez, generando la felicidad de toda la familia, con la excepción de Eva, su otra hija, que siente que sus padres ya no le prestan la suficiente atención. Por tal motivo le pide a su madre que le compre un animal doméstico para que le haga compañía. Al recibir una respuesta negativa de Amy, ya que la considera muy pequeña para cuidar de una mascota, Eva se hace muy amiga de un mono capuchón que ha sido instruido por su dueño para desvalijar a los turistas.